Sigue leyendo para saber sobre el contexto histórico y la evolución de esta insuperable materia prima que ha ayudado a consolidar la sociedad como la conocemos.
Contenido
¿Qué es la madera y de qué se compone?
Primero que todo hablemos sobre qué es la madera. Este material es el componente principal del tronco, las ramas y las raíces de las plantas leñosas y se constituye primordialmente de:
- Celulosa, que es una sustancia que actúa como el armazón de las plantas.
- Lignina, un compuesto que une las fibras de celulosa y, por lo tanto, le da rigidez a la madera.
- Otros componentes como el almidón que es un carbohidrato compuesto común a todas las plantas
- Aceites y resinas que la protegen, entre otros componentes.
Primero puedes revisar el artículo conceptos básicos de la madera en donde encontrarás una descripción detallada de todo lo técnico que necesitas saber sobre este material.
Historia de la madera
Ahora sí, hablemos de historia.
Madera desde la prehistoria hasta la Edad Antigua (-476 a. C)
Desde que hay registros históricos se ha documentado la utilización de la madera en todo tipo de aplicaciones.
De hecho, en muchas excavaciones arqueológicas se han encontrado herramientas primitivas como pequeños cuchillos con mangos de madera y filo de piedra.
No obstante, se sabe que la madera se ha usado desde antes de que la humanidad empezara a escribir, es decir que el ser humano ha usado la madera desde la prehistoria.
Pero ¿Por qué ha sido tan usada la madera?
Principalmente porque este material es fácil de trabajar y su extracción no es tan compleja y demandante en términos de recursos como puede ser la extracción de metales.
Además, ten en cuenta que árboles hay en todas partes, entonces el suministro es casi inagotable (o al menos eso se pensó por miles de años).
Sin embargo, la característica más importante de la madera es su capacidad de combustión porque con ella el ser humano pudo controlar el fuego. Esto permitió que los humanos pudiéramos:
- Cocinar nuestros alimentos.
- Protegernos del frío.
- Alejar depredadores (recuerda que no siempre fuimos los cazadores, antes éramos las presas).
- Realizar actividades con poca luz solar.
La madera en las primeras civilizaciones
A medida que fue avanzando el tiempo, las técnicas de extracción de la madera, así como la habilidad para trabajarla, mejoraron.
En la antigua Sumeria (la primera civilización) ya se usaba la madera con fines de construcción y en la manufactura de herramientas muy elaboradas como, por ejemplo, utensilios para la agricultura.
Sumeria también es la cuna de la rueda, el mayor invento en la historia de la humanidad que hasta nuestros días siguen teniendo miles de aplicaciones.
La rueda sirvió entre otras cosas porque facilitó el proceso del arado de la tierra que en principio debía hacerse manualmente, pero que posteriormente pudo hacerse con un buey o alguna especie de ganado que tiraba de un carro propulsado por ruedas de madera.
Entonces, el uso de la madera se diversificó tanto que el ser humano en corto tiempo pasó de hacer pequeñas herramientas a construir viviendas y edificaciones de distintos niveles de complejidad.
Igualmente, con la madera también se construyeron nuevas y mejores armas y escudos, lo que permitió que se formaran ejércitos bien aprovisionados que fueran capaces de conquistar tierras y establecer grandes asentamientos de personas como es el caso de las primeras grandes ciudades.
La madera en la Antigua Roma
Entre esas grandes ciudades estaba la Antigua Roma, capital del Imperio Romano cuyos habitantes se distinguieron por el uso masivo de la madera.
De hecho, la usaron tanto que llegaron a deforestar grandes áreas de bosques por todo el sur de Europa, ya que, casi todo lo hacían en madera:
- Los cimientos de las casas.
- Las sillas.
- Las mesas.
- Los carros militares.
- Los escudos.
- Los mangos para las espadas.
- Las flechas.
- Las embarcaciones.
Pero ese no era el único uso de la madera, pues también se utilizaba como fuente de carbón mineral con el que se cocinaba y sobre todo se podía fundir el metal (Cobre y su aleación: el Bronce) y hacer herramientas y armas (recuerda que el Imperio Romano era principalmente un imperio militar).
Por otra parte, las sociedades antiguas también comerciaban con la madera y esto se sabe porque, por ejemplo, en excavaciones arqueológicas en Egipto se han encontrado piezas de madera de árboles de diversas partes de Europa, es decir, del otro lado del mundo que solo podían haber atravesado tanto territorio en embarcaciones o caravanas de comerciantes.
La madera durante la Edad Media (476 a.C – 1492 a.C)
La caída del imperio Romano de Occidente en el año 476 a.C marcó el inicio de la Edad Media, época de mucha inestabilidad política y social para el mundo.
Por aquel entonces hubo muchas guerras, varias de ellas duraron incluso décadas, por lo que la demanda de artículos de madera creció exponencialmente.
Asimismo, la bebida común, al menos en Europa, era la cerveza y para su almacenamiento se utilizaban barriles de madera, pues este material preservaba bien su sabor y la mantenía fresca por más tiempo.
De igual forma, aquellas personas que se dedicaban a elaborar productos de madera siempre tenían empleo y debían aprender diversas técnicas para trabajar la madera de forma rápida.
Imagina cuántas flechas debían hacer al día o cuántos escudos debían reemplazar después de cada batalla.
Y qué decir del trabajo que suponía elaborar catapultas o torres de asedio, así como camillas, etc.
La construcción medieval con madera
Igualmente fue notable el avance que hubo en técnicas de construcción especialmente porque se construyeron muchas iglesias, mezquitas y sinagogas, las cuales tenían intrincadas decoraciones de madera hechas totalmente a mano y vigas que soportaban todo el peso de las estructuras.
Lo mismo ocurría con las puertas, pues los grandes portones de las fortalezas eran tablas enormes de madera pegadas entre sí y reforzadas con piezas de metal.
De hecho, no era raro que los herreros trabajaran de la mano con los carpinteros o que si eras un herrero también supieras de carpintería.
Entonces sí, por ejemplo, habías participado en la construcción de una iglesia podía pasar que algún noble reconociera tu trabajo y te designara el trabajo de construir muebles para su palacio y, como te puedes imaginar la nobleza no iba querer materiales como los que usaba el vulgo (personas comunes).
Por lo tanto, los nobles exigían que las maderas fueran de la mejor calidad, así que la ebanistería de lujo, es decir, el arte de fabricar muebles finos empezó a tener mucho auge.
La construcción naval también empezó a tener gran demanda
Un ejemplo de ello son los carpinteros nórdicos que entre el siglo IX y el XI fueron reconocidos por la excelente calidad de las embarcaciones que construían.
Esos barcos eran el principal medio para el comercio y la invasión de territorios en países como Inglaterra, Francia, España, Italia e incluso la parte norte de África.
Muchos siglos después, exactamente entre mediados y finales del siglo XV, empezó una tendencia para establecer cuál monarquía impondría su poderío naval por sobre las otras.
España y Portugal tomaron la delantera.
Portugal empleó muchos artesanos especializados en la madera para construir los barcos conocidos como Carabelas cuya finalidad era que pudieran soportar viajes a través del océano.
Por su parte, los españoles crearon el Galeón.
Esto porque el paso terrestre hacia La India o China estaba descartado ya que, después de la caída del Imperio Romano de Oriente en 1453 a.C, el Imperio Turco Otomano se estableció como la potencia que controlaba gran parte de la Ruta de la Seda, que era un corredor geográfico por donde se establecía el comercio a gran escala entre Europa y Asía.
Por esa razón, Cristóbal Colón tuvo que emprender el viaje hacia “Las Indias” por mar, pues los europeos necesitaban de las materias primas de Oriente, como las especias (que eran los refrigeradores de la época) y no querían pagar grandes impuestos a los turcos para poder pasar.
El problema o la buena suerte para Colón fue que en 1492 se salió “un poco” del curso y terminó en Centroamérica, pero esa es otra historia.
La madera en la Edad Moderna (1492-1789)
Después del descubrimiento de América, surgieron nuevas guerras, pero ahora la presencia de las embarcaciones era muy importante pues, países como Inglaterra y Francia empezaron un proceso de rearme para ponerse a la par con España y Portugal; lo que aumentó aún más la demanda de madera.
Ya desde principios del siglo XVI se tiene evidencia de los contratos encargados por las coronas de diferentes países para la elaboración de más y mejores barcos.
Así mismo, se sabe que la madera del Roble y el Pino eran muy apetecidas desde entonces, ya que son muy duraderas y resisten relativamente bien ante la humedad.
Además, el acceso al continente americano permitió que los colonos europeos conocieran nuevas variedades de madera como las maderas tropicales.
Sin embargo, en un principio los europeos no querían trabajar con las maderas nativas de América por que no sabían cómo hacerlo.
Los colonos europeos no estaban acostumbrados a trabajar con maderas que poseían más resina y aceites que las de Europa y Asia.
Por lo tanto, empezaron a importar las semillas de los árboles que sí conocían y establecieron plantaciones de Roble, Pino, Cerezo, Nogal, Fresno y Abeto, entre otros.
Cabe aclarar que con el tiempo ellos también aprendieron a trabajar las maderas autóctonas de América, aunque, las semillas de los árboles tropicales no prosperaban bien en Europa por las variaciones de clima propias de las estaciones.
Entonces lo que hacían era transportar las piezas de madera ya talada hacia los lugares de destino.
Durante los siglos XVI y XVII, la utilización de la madera se destacó en la fabricación de todo tipo de artesanías y decoraciones para el interior de iglesias.
La técnica del tallado que consiste en modelar la madera para darle la forma que se desee se desarrolló mucho por esta época; tanto que incluso algunos barcos eran considerados casi como obras de arte por el nivel de detalle que había en sus cascos y pisos.
Asimismo, la tonelería, o sea, la elaboración del barriles de madera con el fin de almacenar bebidas tuvo gran éxito, ya que especialmente durante los largos viajes marítimos se necesitaba un recipiente que pudiera almacenar el ron o el whisky sin corromper su sabor.
Mejor dicho, si te gusta el Whisky agradece que existe la madera de Roble y que con ella se elaboren los barriles en donde se almacena el licor, pues además sin el tonel de Roble, el Whisky sería imposible de fabricar porque es la madera la que le da su característico sabor.
Ten en cuenta también que las tripulaciones de cualquier barco se mantenían por medio de la ingesta de alcohol y carnes curadas, pues eran los únicos alimentos que podían durar varios meses, que era lo que podía tardar un viaje entre América y Europa, por ejemplo.
Entonces te imaginarás la importancia de conservar bien el alcohol pues si eras el capitán del barco y algo le pasaba al alcohol, tenías el riesgo de que tu tripulación se amotinara y tu vida podía acabar en altamar. Esto era muy común sobre todo en barcos piratas.
La madera en la Revolución Industrial
A partir del año 1760 comienza la Revolución Industrial en la Gran Bretaña. Este fue un proceso de cambio económico pues la producción de bienes se masificó para abastecer las necesidades de las crecientes ciudades europeas como Londres.
Durante este periodo se usó mucha más madera que antes, pues en aquel entonces nacieron las primeras fábricas que albergaban a decenas o cientos de trabajadores al día ¿Y, esas fábricas estaban hechas con qué?
Correcto, con madera. Por lo tanto, la extracción de este material se intensificó.
Ahora la madera se utilizaba para obtener carbón mineral que era el producto de la combustión de trozos de madera.
Entonces cuando se quemaba madera se reducía el tamaño de la leña a pedazos más pequeños de carbón que eran más fáciles de transportar.
Por otra parte, las grandes migraciones de personas desde el campo hacia las ciudades generaron una mayor utilización de maderas para la construcción de viviendas y el uso del carbón para cocinar y resguardarse del frío.
Ese carbón mineral funcionaba como combustible para las grandes máquinas industriales con las que se elaboraban toda clase de productos como, por ejemplo:
- Montaje para cañones.
- Culatas para armas de fuego.
- Ruedas para artillería.
Pues los ejércitos también se industrializaron, lo que generó un cambio total en la forma en que luchaban.
De hecho, unas décadas más tarde empezó la guerra de independencia de los Estados Unidos y en 1789 estalló la Revolución Francesa motivada en parte por los adelantos en tecnología militar que en cierto modo estuvieron impulsados por el uso de la madera.
La madera en la Edad Contemporánea (1789-actualidad)
Después de los acontecimientos de la Revolución Francesa, la Revolución Industrial siguió su curso.
Esto provocó la invención de nuevas máquinas, muchas de ellas impulsadas a vapor.
Por ejemplo, el motor de un barco a vapor funcionaba cuando el agua que tenía en su interior se calentaba porque en unas calderas se vertía carbón mineral.
Entonces al calentarse el agua esta salía en forma de vapor lo que propulsaba a la embarcación.
Al mismo tiempo, el barco tenía un mecanismo que constantemente llenaba el motor con más agua, asegurando que el sistema no dejara de funcionar sino hasta que se apagara el carbón mineral.
Décadas más tarde hacia finales del siglo XIX varias de las presentaciones comerciales de la madera tuvieron sus primeras formas, es decir el tablero laminado, las chapas y el contrachapado empezaron a ser distribuidas.
La madera en la primera mitad del siglo XX
En la década de 1900 Estados Unidos lideró la búsqueda y extracción de nuevas especies maderables en la Amazonía.
El hule hevea o árbol del caucho (Hevea brasiliensis) fue explotado para la extracción de caucho que era la materia prima del proceso de vulcanización con el que obtenían los neumáticos necesarios para la industria automotriz, que también utiliza madera para elaborar tableros y armazones de sillas, entre otras aplicaciones.
Posteriormente, la madera mantuvo su uso con fines militares en las 2 guerras mundiales. No obstante, su papel como combustible se redujo drásticamente pues los derivados del petróleo se convirtieron en el medio combustible principal en el planeta.
La madera en la segunda mitad del siglo XX
En la posguerra, la industria maderera sufrió grandes cambios: tecnológicos, económicos y ecológicos.
Los aserraderos adquirieron nuevas maquinarias que eran capaces de cortar las maderas de forma más fina y los costes de extracción de la madera se redujeron lo que abarató los precios finales.
El problema fue que la indiscriminada tala de árboles y la consecuente deforestación que tuvo lugar durante tantos siglos empezó a ser registrada y tomada en cuenta, lo que impulsó al menos por un tiempo que se incentivara la tala sostenible de las especies maderables.
Se tomaron varias medidas gubernamentales en casi todos los países que estaban destinadas a la preservación de las especies consideradas en peligro de extinción y aquellas que se encontraban en riesgo de estarlo.
Sin embargo, la madera es un negocio muy lucrativo y por lo tanto la caza ilegal siempre está a la orden del día.
Aprovechamiento de la madera
Las resinas y aceites de la madera empezaron a ser utilizados masivamente para crear pegamentos y barnices para el tratamiento de otras maderas.
Adicionalmente, en la década de 1970 se creó la madera plástica como una forma de reciclar la madera recubriéndola con plástico de manera que pudiera ser utilizada sobre todo para fines de construcción.
Con la madera plástica puedes elaborar prácticamente lo que quieras, desde una mesa hasta las vigas de una casa.
Asimismo, la tendencia con las maderas fue la reutilización de las mismas mediante la fabricación de materiales prefabricados. Al mismo tiempo se hizo énfasis en el uso de las especies más abundantes en el planeta como es el caso de la madera del Pino.
La madera en el siglo XXI
Los últimos 30 años han sido todo un reto para la industria maderera, pues sumado a la deforestación propia de la explotación ilegal, la tala de árboles en pro del cultivo de sustancias ilícitas y la ganadería han puesto a más especies en peligro de desaparecer.
Este es un problema mundial, sin embargo, en América central y del sur, Asia y África es de mayor prevalencia.
Además, cada vez es más difícil poder encontrar maderas naturales.
Por ponerte un ejemplo, te será muy difícil conseguir madera de Cedro legal porque su disponibilidad es muy reducida ya que está protegida.
Esto quiere decir qué para poder comercializarla se necesitan muchos permisos gubernamentales y mayores trámites burocráticos.
Por lo tanto, los costos del productor suben y por consiguiente los del comprador también.
Y si eres irresponsable y adquieres esa madera de una fuente ilegal, pues tendrás tu madera de Cedro hoy, pero quién sabe si mañana la consigas, ya que habrá menos ejemplares disponibles.
Por eso actualmente la apuesta de la industria maderera es el cultivo sostenible que asegura que los árboles estén en plantaciones en donde se garantiza que su talado sea equilibrado y compensado con la plantación con nuevos especímenes.
Como ves, la sociedad en que vivimos sería muy distinta o tal vez ni siquiera existiría sin la madera como materia prima.
Es por eso que debemos tomar acciones para evitar que los árboles que la producen se extingan.
Siembra un árbol o si no puedes hacerlo, sé consciente de no comprar maderas de origen ilegal, pues esa es la única forma real de acabar o al menos disminuir la problemática de la tala ilegal e indiscriminada.
Recuerda, la madera es necesaria, pero los árboles lo son aún más o si no ¿Por qué crees que cada vez el cambio climático es más inclemente con nuestro planeta?