¿Qué es la producción sostenible de la madera? [y por qué el futuro del planeta depende de ello]

Madera sostenible

La producción sostenible de la madera hace referencia a la extracción con mínimo impacto ambiental durante la cosecha de la madera.

Y contrario a lo que muchos entienden, la producción sostenible de la madera no significa que este material se deje de utilizar, sino más bien que el uso que se le da a la madera sea más racional y responsable con el medio ambiente de forma que se garantice que los recursos utilizados no comprometen el futuro de las próximas generaciones.

Entonces, continúa leyendo si quieres saber cuáles son las prácticas sostenibles alrededor de la industria maderable. 

¿Qué es la madera sostenible?

La madera sostenible o sustentable es aquella que se obtiene de manera legal, esto quiere decir que los arboles que se talan no vienen de un bosque nativo en donde las especies están protegidas, sino que provienen de bosques de siembra.

Estos bosques de siembra son plantaciones en donde crecen especies que no se encuentran en peligro ambiental, por lo que la tala de esos arboles no va a perjudicar al medio ambiente, ya que, por cada árbol talado 1 o más arboles son plantados.

De esa manera se garantiza que el bosque no quede desprovisto de árboles, pues esa es la principal causa de desequilibrio ambiental.

Además, en estas plantaciones sostenibles se busca el cuidado de los árboles, así como la preservación de todo el ecosistema, es decir se invierte en el mantenimiento de las fuentes de agua cercanas a los bosques como lagos, riachuelos y ríos entre otros.

Asimismo, la producción sostenible de madera debe garantizar las subsistencia de especies animales y, en el eventual caso en donde ocurran infestaciones por plagas de la madera, las empresas dedicadas a la plantación sostenible deben usar tratamientos naturales que no pongan en peligro al ecosistema.

Ejes principales de la producción sostenible

No plantar en bosques nativos

No plantar en bosques nativos es uno de los principales objetivos de una producción sostenible de madera, ya que se destruye una zona protegida y se puede alterar gravemente el equilibrio ambiental.

Pues los ecosistemas naturales son muy sensibles y pueden deteriorase fácil y rápidamente con la intervención del hombre.

La producción sostenible debe ayudar a las comunidades 

La producción sostenible de la madera debe ayudar a las comunidades nativas circundantes a las plantaciones.

Por eso, la idea es que las empresas desarrollen modelos de negocio que permitan que los nativos puedan ganar dinero para que puedan generar bienestar en sus comunidades.

Entonces, la industria maderera sostenible debe procurar que las comunidades nativas sean las que mantienen el control ambiental sobre los recursos naturales, pues son las personas que conviven en esos ecosistemas las que a menudo saben cómo preservarlos.

Además, la explotación responsable de los recursos naturales implica que debe utilizarse absolutamente todo el potencial de lo que se extrae, es decir, no solo se tala el árbol por su madera, sino que también se utilizan las ramas para usos medicinales, o de las hojas se extraen aceites que pueden usarse en diversas industrias.

Y es ahí en donde las comunidades nativas adquieren tanta importancia, ya que son estas personas las que le pueden decir a los empresarios del potencial del fruto de un árbol o algún uso comercial que se le puede dar a algún derivado del proceso de obtención de la madera.

De igual forma, en los casos en que las comunidades enseñan a las empresas sobre los beneficios del fruto de un árbol, las empresas pueden servir para abrir una línea de comercio que ayude a que las comunidades puedan tener ingresos estables.   

Igualmente, las empresas que se dedican a la producción sostenible de madera deben gestionar los desechos que resultan del proceso de extracción de la misma.

Eso incluye el cuidado de los suelos y la preferencia por las especies nativas del país en donde se establecen los cultivos. Por ejemplo, en países que se ubican en los trópicos se prefiere el cultivo de maderas tropicales como la Teca.

Por el contrario, maderas que son exóticas en esos ambientes como puede ser la madera de Acacia se cultivan en menor proporción o sencillamente no se cultivan.

Por eso la producción sostenible es más costosa, pues es necesario restablecer ecosistemas que muchas veces se encuentran degradados.

¿Por qué no se plantan especies exóticas? 

En una plantación sostenible se evita la producción de maderas exóticas porque se corre el riesgo de que las nuevas especies compitan con las nativas y las perjudiquen.

El Eucalipto es una especie nativa de Oceanía, más exactamente de Australia y su cultivo se ha extendido por todo el planeta en los últimos 150 años.

El problema es que esta especie consume mucha agua y tiene la tendencia a ser muy competitiva con otras especies, esto significa que es bastante difícil que cualquier otro árbol crezca cerca de un bosque de Eucaliptos, ya que secan los suelos.

Igualmente es común que las especies nativas no estén preparadas para la competencia con especies exóticas y, como ya ha pasado anteriormente, las especies nativas pierden la batalla contra las exóticas que sí prosperan y se vuelven invasoras.

Los cultivos sostenibles permiten la diversificación

Un muy buen ejemplo de diversificación es el que se da en las plantaciones sostenibles de la Teca, pues prácticamente nada se desperdicia y todos los productos derivados de este árbol tienen un gran valor comercial.

La Teca es una de las maderas más valiosas y apreciadas del mundo porque es probablemente la que tiene más durabilidad natural.

Y eso se debe a los aceites que produce naturalmente.

Entonces, en el pasado la explotación de la Teca se enfocaba casi exclusivamente en la extracción de la madera del árbol.

Pero con el tiempo empezó una tendencia a aprovechar las ramas y las hojas para extraer el aceite natural, ya que se descubrió que ese aceite podía usarse para el tratamiento y cuidados de otras maderas.

Con esto lo que queremos decir es que la explotación responsable permite encontrar diversos usos para los productos obtenidos, lo que reduce el desperdicio típico de la explotación sin control que solo deja devastación ambiental.

¿Qué pasa si la explotación de los bosques no es sostenible?

Si la explotación de los bosques se mantiene sin ningún tipo de control, la principal consecuencia será el empeoramiento de las condiciones climáticas actuales.

Y es que uno de los factores que más ha acelerado la problemática del calentamiento global es la emisión de gases invernadero.

Esta acumulación de gases puede presentarse con mayor fuerza en aquellas áreas en donde hay mucha deforestación, pues los árboles no solo producen oxígeno, sino que también absorben el CO2 que hay en el ambiente.

Además, los bosques impiden que el viento circule con demasiada fuerza, lo que facilita el resecamiento extremo de los suelos, factor que afecta a tanto a la agricultura como a la ganadería.

Asimismo, los arboles ayudan a la producción de lluvias, por eso es que a menudo hay mayores sequías en los lugares que más deforestación tienen.

Igualmente, los bosques pueden contribuir a minimizar los efectos nocivos de las lluvias en exceso, pues los árboles pueden absorber una buena proporción del agua que sobra, lo que evita que el líquido arrase poblaciones cercanas, así como la pudrición de los suelos.

La ganadería masiva y agricultura extensiva son las mayores causas de deforestación

La agricultura masiva ha tenido un impacto nefasto en el bienestar de los bosques, pues las poblaciones humanas deforestan grandes porciones de bosque para iniciar la siembra de cultivos de todo tipo.

El problema es que los árboles talados no son reemplazados y el CO2 que habían absorbido mientras estaban en pie ahora es devuelto hacia el ambiente, lo que incrementa la proporción de gases invernadero.

Por otra parte, la ganadería se ha convertido en un problema grave en muchos países del mundo, pues su práctica se ha utilizado para acaparar tierras.

Esto quiere decir que, existen personas (individuales o en grupo) que utilizan la posesión de ganado para justificar la apropiación de tierras que en un principio eran públicas o que incluso estaban protegidas.

Entonces, un “ganadero” puede tener 30, 40, 50 o más vacas con las cuales puede cubrir un terreno de varias hectáreas.

El problema es que esas hectáreas son arrasadas por el ganado y en no pocas ocasiones los árboles sufren también porque los bovinos se comen sus ramas y hojas, dejándolos desprovistos de protección contra los elementos.

Además, si a quienes se adueñan del terreno les parece que los arboles estorban, sencillamente los talan y los dejan allí donde los cortan, es decir, ni siquiera aprovechan la madera.

Por tanto, destruyen en hábitat de aves u otros animales y alteran severamente el equilibrio ambiental de la zona.

Pero, quizás lo más grave es que el mundo requiere más árboles para poder satisfacer las demandas de oxígeno que necesitará la humanidad en los próximos años y, el espacio para sembrarlos existe, solo que está ocupado por los cultivos masivos y la ganadería extensiva. 

La madera sostenible y la necesidad de biocombustibles

El mundo se enfrenta a la peor situación ambiental en muchos años, y lo cierto es que la otra causa del empeoramiento del cambio climático es el uso de los combustibles fósiles como el petróleo y todos sus derivados.

Por eso, muchos gobiernos están poniendo su interés en la madera como un biocombustible, pues la combustión de madera es uno de los métodos que menos gases de carbono producen, siempre que se repongan los árboles talados en la misma proporción que se cortan.

Si bien países como Suecia afirman que han aumentado los metros cúbicos de bosque, la preocupación actual se concentra principalmente en el interrogante de:

¿Habrá suficiente madera para satisfacer todos los usos actuales y venideros?

Y la realidad es, que nadie sabe a ciencia cierta.

De hecho, existen voces críticas que manifiestan que hay países exportadores de madera que solo podrán mantener la demanda que tienen si empiezan a utilizar madera de sus bosques nativos, lo cual es inaceptable desde el punto de vista ambiental.   

No hay suficiente madera en el mundo

En una entrevista para la cadena internacional de noticias DW en 2020, el profesor Johan Bergh de la Universidad de Linnaeus en Växjö Suecia explicó que los recursos forestales actúales del planeta no son suficientes para pensar en una transformación bioenergética a gran escala.

Bergh aseguró que sencillamente no hay suficientes árboles para obtener la madera necesaria que permita abastecer la demanda de industrias como la del biodiesel o el bioetanol.

¿Por qué se debe apostar por la producción sostenible de la madera?

El aspecto más positivo de la explotación sostenible de la madera es que al ecosistema se le da el tiempo necesario para recomponerse después de que varios árboles han sido talados.

Esto significa que, si se talan 4 árboles, como mínimo se deben haber sembrado de 4 a 8 arboles nuevos. 

Además, en la producción sostenible se utilizan prácticas como la tala parcial, que consiste en utilizar solo un sector determinado de toda la plantación para la tala de árboles.

También se utiliza la tala selectiva de árboles que ya son maduros y, por lo tanto, tienen la mejor madera.

Así, los árboles más jóvenes tienen la oportunidad de seguir creciendo hasta que tengan madera de óptima calidad.

Todo esto mantiene el equilibrio ambiental incluso cuando hay arboles que están siendo cortados.

Entonces, cuando los árboles apropiados han sido talados, se pasa a otro sector de la plantación, de modo que para cuando se vuelve al sector inicial ya ha pasado el tiempo suficiente para que los árboles jóvenes hayan madurado.       

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